29 de marzo de 2011

Encerrado











Creía estar encerrado en una prisión bajo llave o ser víctima de un cruel laberinto. Las fuerzas le flaqueaban al mismo ritmo que descendía su ánimo. Creía que no había salida. Creía que ese era el fin. Y se limitó a rememorar aquellos momentos de alegría y de ilusión de los que había disfrutado hacía tiempo, mucho tiempo.

Por eso no se molestó en mirar a su alrededor. Ni escuchar. De haberlo hecho, hubiera visto, a su izquierda, junto a la planta que trepaba buscando algún haz de luz, la llave de su prisión y el mapa de su laberinto. De haberlo hecho, hubiera escuchado esa voz, su voz, con la que llevaba soñando durante tanto tiempo.

22 de marzo de 2011

Frías madrugadas











Le encantaba pasar las horas escondida bajo el edredón cuando la mañana despertaba fría y lluviosa, cuando el viento golpeaba la persiana o el sol aún no había aparecido. Se entretenía moviendo los pies entre las sábanas o escuchando cualquier música que la dejara somnolienta.

Ahora, la imagen se repetía una y otra vez en la memoria, sólo en la memoria... El frío de la oscura madrugada volvía a golpear con fuerza su dormido rostro medio oculto tras las solapas del abrigo. El frío se colaba entre los botones y el sonido de sus pasos se perdía en la calle vacía.

14 de marzo de 2011

Contradicciones












Incertidumbre. Miedo. Caos. Preocupación. Inquietud. Búsqueda de un clavo ardiendo al que aferrarse. Intentos por acelerar el paso de las manecillas del reloj


...pero también confianza, esperanza, serenidad y paciencia.


Porque hay ocasiones en las que no queda más remedio que combinar las sensaciones más contradictorias que puedan existir. A veces, ésta es la única manera de sobrevivir al día a día.

6 de marzo de 2011

:)











Olor a once de la mañana, a rayos de sol colándose por los huecos de la persiana. Tácto de sábanas prolongándose durante minutos y minutos, sin prisa alguna por desaparecer. Sonidos de pájaros cantando, un gato maullando y algún coche circulando, sin rastro de alarmas persistentes a horas intempestivas. Olor a café recién hecho. Sabor a crêpe de chocolate y zumo de naranja. Sofá y manta entremezclándose con el tacto de las páginas de un libro pasando entre los dedos. Paseos bajo el sol con destino sin decidir. Golpes de olas que moldean, a su antojo, el paisaje rocoso. Tardes de película en buena compañía...



...retazos de domingos perfectos.