Noche

Todas las ventanas estaban apagadas. Todas las luces, dormidas. Todas las carreteras callaban y los maullidos se disolvían...

Tumbada en la cama, seguía despierta para poder soñar, no dormía para no tener que despertar.

Recuerdos

Contaba los coches que pasaban por delante de su ventana. Hacía malabarismos para no pisar las rayas del suelo. Jugaba a cocinar, a conducir y a trabajar para parecerse a sus papás. Cantaba hasta quedar afónica las mismas letras una y otra vez. Gritaba mientras su bicicleta de cuatro ruedas cogía velocidad cuesta abajo. Se quedaba metida en el mar, saltando las olas, hasta que su pequeño cuerpo era incapaz de tiritar más. Caía y se levantaba tantas veces al día que había perdido la cuenta.

Y lo hacía viviendo, disfrutando, dejándose llevar... todo aquello que parece que se nos olvida con el paso del tiempo.

Contigo

Tratando de averiguar la manera de abrazarte en la distancia.
De hacerte sonreír sin que me veas.

Insomnio

Si tuviera que elegir una noche para no dormir, sería ésta. Con la lluvia repiqueteando contra los cristales y tus piernas entrelazadas con las mías.

Se hace camino al andar...

Con tropiezos. Con dificultades. Con errores (algunos de los cuales te das cuenta segundos después de cometerlos). Con miedos. Con incertidumbres. Con daños, o con personas que intentan dañar.

Pero también con alegrías, risas, ilusiones cumplidas y búsquedas de sueños. Con certezas. Con decisiones. Con lecciones aprendidas. Con personas que te alegran cada paso del camino... e incluso remueven los obstáculos.

¿Caminamos?